Aun definiéndome como carnívora empedernida, los años han hecho que a mi cuerpo le apetezca bastante más a menudo, muy a mi pesar, este tipo de "manjar". Hay veces que, tengo que confesarlo, me cuesta mucho escoger la verdura, cuando abro la nevera, frente a cualquier otro tipo de alimento y es entonces cuando el sentido común gana la partida y me pongo a cocinarla.
Aquí tenéis una sencillísima receta de mi tierra, hecha con espinacas, ajos, piñones y pasas de Corinto: Las Espinacas a la Catalana.
Para hacerlas, necesitáis:
* Espinacas frescas: lo mejor es comprarlas en el mercado pero tienen el inconveniente de que las tenéis que lavar, cortar y arreglar; así que os recomiendo que compréis las bolsas de hojas de espinacas frescas de 300 g, de las cuales salen 2 raciones.
* 2 ajos cortados a láminas.
* Piñones. (al gusto: son pelín caros pero les da un sabor genial)
* Pasas de Corinto. (al gusto, para darle el toque dulce)
* Sal.
* Aceite de oliva.
Cogemos una sartén grande (las espinacas abultan mucho al principio, aunque luego reducen su tamaño ostensiblemente) y ponemos un poco de aceite, al cual le añadiremos los ajos cortados a láminas, los piñones y las pasas. Los ponemos a dorar un poco, teniendo en cuenta que si el ajo se quema, amarga muchísimo: así que cuidadín. (no pongáis el fuego muy fuerte)
Cuando veáis que los piñones están doraditos y las pasas infladitas, echáis las espinacas. Con una espátula de madera (siempre madera, recordadlo) vais mezclando todos los ingredientes y ya veréis que en pocos minutos su tamaño mengua mucho, ya que la hoja de espinaca va perdiendo su agua.
Es entonces cuando ponemos la sal y seguimos mezclando. Si no os caben toda las espinacas de golpe, las podéis ir añadiendo poco a poco. Si véis que os falta sustancia para cocinarlo todo, poned un chorrito más de aceite. (Ojín con el colesterol).
En pocos minutos las espinacas ya estarán cocinadas.
¡Que aproveche!
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